Quién no recuerda haber escuchado y gozado o ¿sufrido? con historias como La Caperucita Roja, Los Músicos de Bremen, El Conejo y La zorra, La Gallinita Roja El Príncipe Feliz; y una cantidad de cuentos, fábulas. De estos relatos a través de los años, unas permanecen, algunos se pierden y otros tantos se han ido añadiendo a una lista, ahora casi infinita. De los populares, han sido “secuestrados”; se han adaptado para películas o publicado en versiones “simplificadas” y pocos conocemos los “Cuentos” originales.
Pues bien, me pregunto ¿en nuestra casa qué tanto permanece o se ha mantenido esa “tradición” de leer en familia?; o bien ¿de acompañar a nuestros menores – y no tan menores- con un cuento que los ayude a prepararse para dormir? Si la respuesta es afirmativa creo que estamos ante una de las mejores tradiciones que podemos heredar a nuestra familia y la de nuestros hijos.
Si bien siempre se ha considerado que los cuentos son un increíble vehículo para imaginar, viajar, crear y transmitir mensajes; actualmente se ha demostrado que también son una maravillosa herramienta para estimular en forma integral el desarrollo de nuestros seres queridos. Entre sus múltiples bondades están: el estimular la memoria, el pensamiento reflexivo, el lenguaje y sus significados, el análisis, la escucha atenta, el juicio sobre el comportamiento de los personajes. Pero, además, son útiles para reconocer en sí mismo y en los otros las diferentes emociones y las diversas formas de gestionarlas, la forma de interactuar con los otros y un sinfín de etcéteras.
En otra vertiente el relato en la psicoterapia se constituye en un valioso elemento para abordar diferentes temáticas específicas en una forma accesible y enriquecedora. Resulta útil no únicamente para los niños, sino que hay un enorme bagaje de historias para todas las edades y en diferentes líneas; para que funcionen en este terreno, es necesario que la “aplicación” sea realizada por psicoterapeutas específicamente entrenados en el uso de la técnica y comprometidos con el apoyo a sus pacientes.
En resumen, es importante que retomemos o iniciemos en casa esta actividad de lectura; tenemos al alcance infinidad de materiales, tanto gratuitos como de diferentes costos que nos permiten darnos el regalo de crecer como personas y como familia. Y si tenemos la oportunidad de asistir a un espacio de psicoterapia, enriquecernos aún más.
Algunas recomendaciones para obtener materiales de lectura son:
- Bibliotecas Escolares y de Aula en todas las escuelas públicas y privadas (donde incluso muchas hacen préstamos de cuentos)
- Constantemente existen promociones en los puestos de periódicos de alguna edición especial
- Ferias del Libro Infantil, Juvenil y Generales
- Tiendas de Libros con diferentes calidades de papel y precio
- Tiendas de libros Usados (generalmente en el Centro de la Cd de México tiene muchísimas)
- Internet: búsqueda de literatura de acuerdo con la temática que se quiere abordar; y en YouTube uno de los mejores cuentistas Mario Iván Martínez tiene dos líneas (A soñar despiertos y A la distancia Contando con mis Amigos)
- Para reflexión en otras edades, unos de mis textos favoritos son los Cuentos de Jorge Bucay