Estudio Dunedin empezó en el año 1972 y ha seguido hasta la fecha, da seguimiento en múltiples variables a 1037 niños nacidos en la localidad de Dunedin en Nueva Zelanda.
Los datos recogidos han proporcionado información para múltiples estudios, entre otros un estudio longitudinal de largo plazo para analizar la influencia del temperamento en la primera infancia a lo largo de la vida. La metodología partió de observar durante los primeros 3 años de vida el comportamiento de los niños y clasificarlos 5 tipos de personalidades.
Los investigadores concluyeron que las diferencias temperamentales observadas en los niños a los 3 años de edad tienen una influencia significativa en el curso de su vida, e incluso ofrecen pistas sobre la estructura de la personalidad, las relaciones interpersonales, la psicopatología y la proclividad al crimen en la edad adulta.
Otros resultados muestran que nuestra vida está condicionada tanto por los genes que heredamos, como por las experiencias de la infancia temprana, es decir, el ambiente en el que vivimos. Como es lógico, esto ha proporcionado material para discutir la relevancia de cada uno de estos componentes -genética y medio ambiente- como determinantes de la vida de un individuo.
Al margen de ello y su importancia relativa, dado que aún no es posible (y esperemos que no lo sea) el diseño genético de nuestros descendientes, lo que queda claro, es la importancia de proporcionar a nuestros hijos a lo largo de toda su vida, pero en especial durante la primera infancia, ambientes sanos, estimulantes, armoniosos y predecibles. Aportamos así factores de protección que les permitan desarrollar plenamente el potencial de su ADN, y cuando la genética nos ha jugado una mala pasada, minimizar los posibles efectos adversos.
En el terreno de contar con padres conscientes y lo “más sanos posibles” para enfrentar esta tarea crucial, la psicoterapia puede contribuir, no sólo a mejorar la calidad de vida y expectativas de los hijos, sino también de los propios padres. Pareciera un claro caso del famosísimo “Ganar/Ganar”, para la familia y que se extiende más allá de ella a la sociedad.